jueves, 23 de julio de 2015

De Qué Hablamos Cuando Hablamos De: Extractos Fermentados

Es el resultado de poner a fermentar en agua, de forma espontánea y controlada, fragmentos de vegetales.

Lo esencial para tener éxito con los extractos de plantas es:

-Utilizar agua de lluvia y sobre todo, no calizas.

-Usar cubos de plástico o acero inoxidable, sobredimensionado, para 10 l de extracto, cubo de 15 l. Se llenará tres cuartas partes de fragmentos de vegetal por volumen de agua.

-Las grandes cantidades de extracto son más fáciles de conseguir que las pequeñas muestras.

-Hay que remover al menos una vez al día.

-Al remover, aprovechar para examinar si todavía tiene un tapiz de burbujas que suben, signo de fermentación. Cuanta más alta es la temperatura más rápido fermenta el extracto.

-Algunos extractos huelen peor que otros, con un puñado de hojas de angélica o salvia trituradas o polvo de roca de basalto por cada diez litros de agua, al cuarto o quinto día de fermentación (antes no hay olor) lo arreglamos.

-Trasegar y filtrar o aplicar a continuación. Si dejamos restos en el filtrado puede producir refermentación en el envase almacenado, si la garrafa se hincha, abriremos el tapón. Si lo detectamos rápido el extracto no se altera en calidad. Una vez empezado el envase se debe consumir en dos meses.


-Conservar en una bodega o sótano.

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