Infusiones. Se sumerge la planta en
agua fría (a ser posible de lluvia, si es de grifo dejar airear bien) bien
troceada y se pone a hervir, se detiene cuando bulle y se deja enfriar, con una
tapa puesta, una vez fría se filtra. La medida de agua y vegetal, según
especies.
Maceraciones. Dejamos las plantas bien
troceadas en agua a temperatura ambiente y durante 24 horas, a razón de 1 kg. de
planta por 10 l. de agua. Se filtra y se pulveriza pura.
Ninguna
de ellas se puede conservar, emplear nada más hacerlo.
Decocciones. Se obtienen haciendo
hervir las plantas. Las cortamos no muy finas, y las dejamos a remojo durante
24 h. y a temperatura ambiente. Después en una cacerola preferible de acero
inoxidable ponemos la mezcla en ebullición, y lo dejamos durante 20 ó 30 minutos
(según la dureza del vegetal), a fuego suave y con la tapa puesta. Se deja
enfriar sin levantar la tapa, se filtra y se emplea. Dura una semana en la
nevera.
Tés orgánicos. Maceración en frio que se
desarrolla en presencia de oxígeno. Consiste en unos toneles llenos de compost
o estiércol y agua de lluvia, en los cuales se hace circular el aire gracias a
unos tubos, se detiene al cabo de dos o tres semanas y se trasiega y filtra el
jugo, que se emplea como estimulante en riegos o en pulverización foliar. Se
puede almacenar entre 6 y 9 meses en un lugar fresco y seco.
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